|  
                  Hoy 
                  me decido a escribir debido a que ya no soporto la angustia 
                  de ver los rostros de personas destruidos, de ver “muertes en 
                  vida”, de ver tanta injusticia, por culpa de una Ley de Extranjería, 
                  tan discriminatoria y fascista que solo mira su lado represivo 
                  y olvida el lado “humanitario” y de “acogida” a la hora de llevarla 
                  a su práctica. Este 
                  conflicto social y humanitario es un escándalo de proporciones. 
                  Están detenidos aquí en La Verneda cada día, personas de todo 
                  el mundo, con una historia y una ilusión diferente cada uno, 
                  con una “amargura en la garganta”, y sin saber muchos el porqué 
                  real de su situación y sin saber que pasará con ellos. Todos 
                  tienen un denominador común, y es que no cuentan con un “papel” 
                  que les permita circular libremente por las calles y que les 
                  permita acceder a los derechos básicos fundamentales de todo 
                  ser humano y que “no es otra cosa que, con su propio esfuerzo, 
                  en libertad y sin represiones, poder ganar los recursos necesarios 
                  para alimentarse y vivir bajo un techo digno”. Hoy 
                  han sido más de 30 los repatriados, o sea “expulsados”, entre 
                  marroquíes, búlgaros, rumanos, húngaros, albaneses y chilenos, 
                  y seguro que se me escapa alguno, hombres y mujeres. Después 
                  de pasar entre 30 y 40 días encarcelados en este centro, que 
                  no reúne las condiciones necesarias para poder atender a la 
                  cantidad de gente que es detenida, y habiendo sido vulnerados 
                  y en muchos casos de indefensión, pisoteados sus derechos. En 
                  un acto fascista, racista y xenófobo, han rematado su ilusión 
                  de un futuro mejor en lo social, económico y por sobre todo 
                  en lo familiar.   |  | Todo 
                  esto sumado al acoso policial que sufren los inmigrantes por 
                  las calles y sobre todo en los cuarteles abandonados de Sant 
                  Andreu, hacen que públicamente se vaya sabiendo que la represión, 
                  la intimidación, la coacción, en definitiva el fascismo en plenitud 
                  son los que gobiernan y actúan en todo este conflicto social.  
                  Públicamente se está sabiendo también, que hasta ahora los “acuerdos” 
                  para la reinserción en la sociedad de los inmigrantes de los 
                  cuarteles, no son nada más que una pantalla para tapar sus maquiavélicas 
                  intenciones de deshacerse a cualquier precio de este gran número 
                  de inmigrantes por el solo hecho de que han alzado la voz para 
                  reivindicar sus derechos. Nosotros 
                  siempre hemos pedido el diálogo para buscar soluciones dignas 
                  y solo hemos conseguido que nos respondan con la cárcel. Por 
                  eso pido a mis compañeros que no claudiquen en la lucha por 
                  una solución verdaderamente digna y pido a las Administraciones 
                  y a la Magistrada del caso por desalojo, que nos escuchen, y 
                  no haya un desalojo porque no hay “urgencias” ni tampoco “soluciones” 
                  de ningún tipo Pido 
                  a las organizaciones humanitarias que se sigan sumando al trabajo 
                  que muchas hacen desde hace tiempo. Pido a mi familia que esté 
                  siempre tranquila porque no hacemos nada malo, todo lo contrario. 
                  Y pido a Dios porque de todo este conflicto resulte lo mejor 
                  para todos.
 
 
 Yerko Toro Contreras
 Interno 1557
 
 
 13 de Agosto del 2003,
 Centro de Internamiento de La Verneda, Barcelona
 
 |