Tres
vecinos de Sant Andreu ayunan para pedir pisos protegidos
Denuncian "especulación" en la gestión del terreno
de los antiguos cuarteles militares
Solo
agua con azucar y zumos de naranja con limón. Tres vecinos de
Sant Andreu comenzaron ayer,frente a los antiguos cuarteles de la zona,
un ayuno voluntario que durará hasta mañana.
Es
solo el primer paso que el Grup Sant Andreu per les Casernes ha dado
para reivindicar que el 100% de los pisos que se edifiquen en los solares
de los antiguas instalaciones militares sean públicos.
Los
antiguos cuarteles, que ocupaban dos fincas de 50.000 y 57.000 metros
cuadrados, sirvieron de cobijo durante un tiempo a inmigrantes. Tras
ser derribados el pasado febrero, el Ayuntamiento podía haber
comprado uno de los solares por tan solo 13,2 millones de euros.
Sin
embargo, la Administración barcelonesa renunció y el Ministerio
de defensa vendio los dos terrenos al Consorci de la Zona Franca -ente
formado por el Estado, el Ayuntamiento, la Cámara de Comercio
y la Patronal de Fomento del Trabajo- por 83,3 millones.
Los
vecinos denuncian con esta acción el acuerdo entre Ministerio
y Consorci. En especial protestan por uno de los puntos: del 50% de
terreno a viviendas, la mitad se pondran a precio de mercado para sufragar
el otro 25% de protección oficial.
Además,
mientras los estudiantes del 'barrio' comenzaran el curso en
unos barracones, el Consorci coquetea con la idea de edificar un hotel
y ya ha aprobado el proyecto de una comisaría de los Mossos d'Esquadra.
"Eso
demuestra sus intenciones. Mientras pondrán a los niños
a estudiar rodeados de porquería, ya tienen más que preparada
la construcción de una comisaría de lujo de 6.000 metros
cuadrados, con 3.000 de párquing", lamentaba ayer Xavier
Gómez, uno de los portavoces de la Plataforma.
"Nosotros
pedimos pisos tutelados para ancianos y asequibles para los jóvenes.
Ellos cambian el sentido de equipamiento", añadió
el portavoz. "Los centros comerciales de Glories o Diagonal Mar
están catalogados como equipamientos. Eso es lo último
que queremos", sentenció Joan García, secretario
de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona.
Los
responsables de la iniciativa tildaron de "lamentable todo el proceso".
Tras barajar la posibilidad de una acampada masiva, optaron por una
medida que tan solo inaugura, según manifestó el Grup
Sant Andreu per les Casernes, una escalada de acciones reivindicativas.
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